Por Martha Meier M. Q. Periodista (*)
En sus ocho años como presidente de Estados Unidos, George W. Bush ha sido noticia por todo menos por su preocupación ambiental. La conservación no ha sido parte medular de su gestión. Es más, las estadísticas demuestran que durante su gobierno varios indicadores de gestión ambiental mostraron grandes retrocesos: los fondos estatales para limpieza de residuos tóxicos se redujeron en 52%, el número de playas clausuradas por insalubres subió en 26%, los ataques de asma vinculados a la mala calidad del aire se elevaron en 6%, las alertas para que no se consuman peces ribereños por contaminación crecieron 100%, las acciones legales contra el delito de contaminación cayeron en 17% (reflejando un relajo en el sistema de justicia contra los crímenes verdes). En fin, para los ambientalistas el hombre ha sido un verdadero desastre.seguir leyendo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario